Conversación entre Especialistas: ¿que podría suceder si tiro el contenido de un criadero por la pileta de la cocina?

Reflexiones Ambientales Urbanas (14)

-Si el contenido de un criadero es tirado por la pileta de la cocina las larvas probablemente no sobrevivan, ya que, el lugar propicio para su crecimiento son aguas tranquilas. Opina BSE.

– Si se lava con agua caliente (más detergente) probablemente algunas de las larvas mueran. Agrega GR.

– Si la salida va a la cloaca y el sistema es cerrado la probabilidad de sobrevida de las que quedaron disminuye, finalmente en la planta de tratamiento quedarían muy pocas. Ahora si la pileta de la cocina va a un pozo ciego, lo más probable es que no quede ninguna que llegue hasta adulto, y si por el contrario, esa pileta desagua en un lugar abierto dependerá del tiempo de evaporación del agua, si es a una zanja dependerá de la presencia de depredadores. Opina GR.

-He muestreado muchas zanjas en distintas provincias a lo largo de los últimos años. Nunca encontré Aedes aegypti. Pero sería factible hallarlos, en muy baja probabilidad, porque pueden provenir de desagües de casas, no los cloacales sino de piletas de lavar. Y claramente el ambiente zanja es más hostil que un recipiente en una casa. Sostiene NB

– Si el agua va por la cloaca al río, las larvas de Aedes aegypti no podrán sobrevivir porque serían alimento para los pequeños peces que se encuentran presentes cerca de las salidas de las cloacas. Opina NS

– Si se tira el agua por la pileta, antes de llegar a otro destino esas larvas pasan a una rejilla que está debajo de la pileta, que tiene un sistema de sifón. Puede ocurrir entonces que las larvas queden en la rejilla y lo que habremos realizado es pasar las larvas desde el recipiente, a la pileta y luego a la rejilla y ahí seguirán con su vida en la propia casa.  Agrega NS.

– Lo más lógico es eliminar el criadero de otra forma, agua hirviendo es el más económico. Opina GR.

-O tirarlas a la tierra o al suelo al sol, si el suelo drena o está muy caliente no pueden sobrevivir. Concreta EBO

BSE: Bertucci, Sabrina Eliana. Estudiante de Lic. en Biología, UNNE. Corrientes.
EBO: Elena Beatriz Oscherov. Vicepresidenta de la Asociación Argentina de Parasitología.
GR: Gustavo Rossi, Taxónomo, Centro de Estudios de Parásitos y Vectores. CCT CONICETUNLP, La Plata.
NB: Nora Burroni. Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET,
Buenos Aires.
NS: Nicolás Schweigmann Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA
CONICET, Buenos Aires.

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El mejor control sobre Aedes aegypti

Reflexiones Ambientales Urbanas (13)

En esta historia pretendemos contar una excelente noticia y otra no tan buena. Empecemos por la segunda así quedará más resaltada la parte más favorable para el hombre. El mosquito Aedes aegypti es transmisor de un centenar de virus distintos (ej. fiebre amarilla urbana, dengue, chikungunya, Zika, etc.) y se introdujo a partir de 1555 desde África a los puertos de todo el planeta desde buques de empresas que traficaban esclavos. Desde esos tiempos hasta la actualidad, Aedes aegypti logró adaptarse muy bien a los ambientes domiciliarios. Ha demostrado procesos de micro-evolución en tiempos muy cortos. Estos procesos se producen por mutaciones en intercambios genéticos durante la reproducción (meiosis) y fecundación entre las células sexuales de los progenitores. Es así que los procesos evolutivos se producen muy rápido entre los organismos que tienen tiempos generacionales cortos, como las bacterias (horas), los insectos (semanas) o mamíferos (años). La posibilidad de intercambiar genes en tiempos de semanas es lo que posibilita detectar lo que se denomina resistencia a los insecticidas. Los individuos más aptos entre las variantes genéticas de cada población de mosquitos son los que dejarán descendencia. Desde la ciencia, podemos asegurar que es casi imposible (la ciencia nunca dice nunca) que los mosquitos se adapten a la falta de agua que aprovechan sus formas inmaduras (larvas y pupas) para desarrollarse. Por eso, la mejor medida de prevención existente es eliminar el agua acumulada en los domicilios. Ahora viene la excelente noticia.

Aedes aegypti es uno de los insectos del que existen mayor cantidad de publicaciones científicas en el planeta. La primera descripción corresponde a Linneo en 1762. Desde entonces existen muy pocos registros de que esta especie se encuentre en ambientes silvestres fuera de su región de origen en el noreste de África. Afortunadamente esta especie no suele aprovechar el agua de charcos formados por la lluvia o las crecidas de los ríos, los lagos, lagunas, arroyos, etc. Una excepción a la regla podría darse en el caso de llenado de recipientes por llenado de agua de ríos sin depredadores. La ciencia puede asegurar en forma categórica que por ahora no es común hallarlos en ambientes silvestres. La gran pregunta es ¿por qué no necesitó adaptarse totalmente a esos ambientes en los últimos 460 años de oportunidades? Es un buen tema para los futuros becarios.

Existe bibliografía donde se demuestra que una de las razones es que las formas originales de África ponen sus huevos sobre las paredes de los huecos de árboles o en las hojas de plantas que acumulan agua. En el resto del mundo, los recipientes artificiales con agua asemejan esas características y por ello no pondrían sus huevos sobre la tierra. Pero tampoco se los suele hallar en cantidades en recipientes artificiales presentes en ambientes silvestres no tan alejados del hombre. Una posible respuesta se basa en la presencia de depredadores naturales como hormigas, coleópteros que comen huevos de pequeños insectos o depredadores que comen bichitos que se mueven (larvas de libélulas, larvas de insectos, aves, batracios adultos) en el agua. Las larvas de Aedes aegypti suelen viborear mucho frente a perturbaciones o a la presencia de depredadores. Otras especies de mosquitos se hacen las muertas frente a los depredadores.

Lo que es evidente y hay que recalcar es que la propia naturaleza impide la colonización de ambientes naturales (o que Aedes aegypti no está presionando para ocupar dichos ambientes), con la misma intensidad que en los lugares habitados por el hombre. Una posible hipótesis es que tiene todo lo que necesita en el ambiente urbano (más que suficientes criaderos, muy buenos lugares para la reproducción, exceso de sangre para alimentarse y cada vez menos controladores naturales). Esta hipótesis quizás no sea cierta, pero al menos debería llevarnos a reflexionar sobre lo que estamos haciendo con la naturaleza y como nos relacionamos con el ambiente que nos toca habitar.

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Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos, EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET.
Leonardo Horacio Walantus
Proyecto “Vigilancia Epidemiológica. Seguimiento de Criaderos de Mosquitos de Interés Sanitario
Centro de Investigaciones Entomológicas Parque Tecnológico Misiones.
Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores, CCT La Plata-CONICET-UNLP.
Raquel M. Gleiser
Ecología de Artrópodos CREAN-IMBIV,CONICET-UNC – Córdoba.

El entorno donde pudo producirse un caso de dengue en 2016

Reflexiones Ambientales Urbanas (12)

Durante la primera semana de febrero de 2016 confirmaron dengue de tipo 1 a un jardinero de una institución. Esa persona pudo infectarse en el lugar de trabajo o en cualquier otro lugar. Fuera de donde fuera el lugar de infección, el jardinero tenía el virus en la sangre, incluso antes de presentar síntomas y pudo transmitir el virus a hembras de estos mosquitos, tanto en el lugar de trabajo como en la manzana de donde vive. Como en la institución trabajan muchas personas, se tomaron las medidas preventivas que corresponde aplicar frente al caso de una persona infectada por dengue. Se tomó la precaución de suponer que hubiese sido allí. Se desalojó el predio, se realizaron tareas de fumigación para eliminar posibles mosquitos infectados, así evitar otras posibles picaduras infectivas. Luego, se buscaron posibles criaderos de Aedes aegypti que fueron hallados en tres ocasiones.

Se puede concluir que la fumigación resolvió solo momentáneamente el problema. La fuente productora de mosquitos seguía intacta. Una analogía de esta situación podrían ser las imágenes de bomberos tratando de apagar el fuego para que el siniestro no se traslade a las casas vecinas. Sin los focos de proliferación de mosquitos, no hubiese sido necesario incorporar insecticidas al ambiente. Pero la historia no termina aquí. ¿Si el jardinero hubiese adquirido la infección en otro lugar? Entonces los mosquitos infectados de ese otro lugar son los que estarían transmitiendo. El domicilio del infectado se encontraba ordenado, no tenía recipientes con agua y cada tanto echaban agua hirviendo a las rejillas. Pero la casa vecina fue en otros tiempos una casa que estuvo “tomada” por mucho tiempo. Luego del desalojo, la entrada fue clausurada sin realizar tareas de ordenamiento y limpieza integral para evitar la proliferación de plagas. El jardinero se encontraba en reposo en una habitación con mosquiteros (y por las dudas pastilla repelentes). En las puertas de ingreso a la casa -que no tienen mosquitero–colocaron espirales del lado de afuera y aplicaron periódicamente insecticidas. Esas acciones sirvieron para que el infectado no transmitiera el virus a los mosquitos presentes en el lugar. Las elevadas abundancias de mosquitos sugieren la presencia de criaderos muy productivos en las inmediaciones. Este tipo de situaciones suelen darse también cuando se demuelen edificios durante el periodo estival que tienen sótano y se dejan así durante tiempos prolongados. Con las lluvias los sótanos se inundan y se transforman en excelentes criaderos de mosquitos inaccesibles para el humano. Los vecinos suelen sufrir las consecuencias. Cientos de mosquitos (en algunos casos miles) invaden los domicilios del entorno, entran por cualquier abertura o rendija de la casa y se transforman en una plaga molesta y peligrosa.

Los vecinos sufren las consecuencias y quedan obligados a armar telas mosquiteras sobre las camas para dormir – como en las películas de aventuras por la selva- pero en realidad esta historia ocurrió en pleno centro de una gran ciudad. Los epidemiólogos tendrán que hacer sus investigaciones para determinar los verdaderos focos de transmisión y bloquearlos. Pero esta historia verídica debería servir de ejemplo para considerar el riesgo que generan las propiedades privadas abandonadas, de ingreso bloqueado o las demoliciones inadecuadas que se hacen inaccesibles para el control de plagas, poniendo en riesgo la salud de los habitantes.

Entre las posibles soluciones ambientales saludables y económicas deberían establecerse normativas que se aseguren un ordenamiento y limpieza preventiva del predio antes de permitir el bloqueo de la entrada. Además debiera existir un registro de personas reales responsables del predio, a quien recurrir en caso de emergencia. Del mismo modo, para los edificios demolidos deberían tomarse los recaudos para prevenir la posibilidad de formación de criaderos de mosquitos.

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Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos, EGE-IEGEBA,FCEyN. UBA CONICET

Leonor Bonan
Instituto de Investigaciones CeFIEC, FCEyN -UBA

Isaac Cymerman
Servicio de Higiene y Seguridad, FCEyN – UBA

Aedes aegypti y la obsolescencia programada

Reflexiones Ambientales Urbanas (XI)

El problema de las enfermedades trasmitidas por mosquitos urbanos como el Aedes aegypti presenta una gran complejidad. Hay muchas dimensiones por donde se puede abordar, tales como las culturales (donde la educación es la más importante), las ambientales y también las económicas. Para este último caso, se analiza la relación de las enfermedades transmitidas por vectores con el fenómeno generado por las empresas productoras de bienes. Desde la década del treinta, cuando por un objetivo de lucro económico se decidió acortar el tiempo de vida útil de los productos manufacturados (la denominada obsolescencia programada), quedó fuertemente afectada la conservación del medio ambiente. Se generan desde entonces importantes focos de contaminación del suelo, agua y aire. Los mosquitos no son la excepción porque pueden proliferar en los residuos sólidos capaces de acumular agua. El exceso de recipientes que acumula agua podría denominarse como una forma más de “contaminación productora de mosquitos” en las zonas urbanas.

Vehículos, heladeras, lavarropas, cocinas, microondas, televisores, envases plásticos, entre otros objetos, son desarrollados y manufacturados con mayor eficiencia energética pero con menor vida útil. La regla del mercado es que con la compra del artículo, se establece su transferencia pero se alerta al comprador sobre la transferencia de responsabilidad sobre lo que ocurra después con dicho artículo. En muchos casos los objetos obsoletos son mantenidos sin sentido en algún lugar de la vivienda incluyendo, el peri-domicilio. Los objetos capaces de acumular agua en los domicilios constituyen el primer foco de proliferación de mosquitos. Siguiendo esa misma línea, los municipios tratan de resolver ese problema con el retiro de los restos domiciliarios para un posterior destino. Si bien existen iniciativas de reciclado, como la minería urbana, separación, trituración, fundición, re-manufacturación, etc., la promoción de un consumo creciente va mucho más rápido y los vertederos de productos inservibles están colapsando. Las soluciones al problema ambiental global deberían ser evaluadas desde el origen, donde las empresas productoras tendrían que demostrar su responsabilidad social y el Estado estimular estrategias para la recuperación, el reciclado y/o la transformación de los residuos en otros productos útiles. Por ejemplo, avanzar en la investigación y desarrollo de envases biodegradables. Los Estados, mediante su legislación, deberían considerar este tipo de problemas para asegurar un futuro saludable a las próximas generaciones. Es comprensible la necesidad de generar riquezas y de generar trabajo, pero en la actualidad estos aspectos contrastan fuertemente con la contaminación ambiental. Además, el problema no es exclusivo de la Argentina. Hoy por hoy, la transmisión continental de dengue, chikungunya, Zika en América y el agregado de fiebre amarilla urbana en África son señales de que el problema de contaminación urbana capaz de provocar enfermedades transmitidas por vectores también es global.

Todos compartimos el mismo problema. Estas señales ambientales traducidas en miles de enfermos deberían servirnos para re-pensar el planeta donde queremos vivir.

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Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos, EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET

Marina Stein
Área de Entomología, Instituto de Medicina Regional- UNNE – Resistencia-Chaco

Guillermo Folguera
Facultad de Filosofia y Letras Fac. Ciencias Exactas y Naturales UBA-CONICET

Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores, CCT La Plata-CONICET-UNLP

Raquel M. Gleiser
Ecología de Artrópodos CREAN-IMBIV, CONICET-UNC – Córdoba

Aedes aegypti en las cubiertas de vehículos descartadas

Reflexiones Ambientales Urbanas (X)

El interior de las cubiertas de vehículos usadas (tractores, camiones, automóviles, motos, bicicletas, etc.) son excelentes criaderos de Aedes aegypti. Constituyen ambientes ideales para su proliferación porque suelen mantener microambientes húmedos y acumulan pequeñas cantidades de agua ideales para el desarrollo del mosquito. A su vez, está protegida por una capa de aislante de los cambios bruscos de temperatura ambiente. Suele ser imposible sacar el agua remanente del interior de una cubierta, si no es mediante la ayuda de un trapo o un material absorbente.

Se ha verificado la importación de huevos de este tipo de mosquito al continente Americano (Brasil y EEUU) en la década de los ´80 a través de mercaderías usadas dispuestas en contenedores a través de barcos provenientes de Asia. Para el año 2015 circulaban en Argentina más de 11 millones vehículos. Un recambio de cubiertas vehiculares cada cuatro años sugiere la posibilidad de producir 11 millones de nuevos criaderos por año. Un reflejo del recambio y el desorden ambiental son las montañas de cubiertas frente a las gomerías de centros urbanos, o acumuladas en baldíos, desechadas en zanjas, etc. Existen municipios que presionan con multas a los comercios que mantienen cubiertas acumuladas en sus frentes, pero no les ofrecen soluciones alternativas. Existe un circuito comercial de cubiertas usadas entre centros urbanos y localidades periféricas que contribuye a dispersar pasivamente los huevos de Aedes aegypti desde una localidad a otra De este modo, el mosquito se transforma en un suvenir entre la mercadería, viajando como huevo en el interior de las cubiertas que transportan los buques o las camionetas o camiones. Las cubiertas terminan su ciclo como basura capaz de acumular agua (criaderos) y su disposición final adecuada en rellenos sanitarios genera complicaciones debido a la elasticidad del material. Al presionarlo con las topadoras se entierran, pero con el tiempo vuelven a surgir a la superficie. De hecho, quienes monitorean la situación del Aedes aegypti en una región o necesitan material para sus estudios buscan los acúmulos de cubiertas usadas en zonas urbanas porque saben que allí encontrarán decenas de criaderos. El agua acumulada cuando se combina con detritos orgánicos también ofrece hábitat adecuado para la proliferación de otros mosquitos como Culex pipiens.

La forma más adecuada de resolver este desorden ambiental es el reciclado donde un problema de alto riesgo puede transformarse en un negocio rentable. Existen empresas que se encargan de triturar las cubiertas y transformarlas en pellets, que son unas pequeñas bolitas de caucho que sirven de materia prima para la producción de otros materiales. Por ejemplo se usan como parte de mezclas para la producción de pisos que requieren elasticidad o el césped sintético.

En la Argentina existen contadas empresas que reciben en forma gratuita las cubiertas. Fueron concebidas gracias a la participación de equipos multidisciplinarios organizados instituciones tecnológicas estatales, a la que se suman las propias empresas productoras y comercializadoras de cubiertas. Estos emprendimientos son alentadores y deberían ser acompañados regionalmente con el apoyo de legislaciones y decisiones gubernamentales estrictas que faciliten y aseguren la disposición final y tratamiento para el reciclaje de cubiertas en todo el país. Especialmente con apoyo económico para su creación en las provincias más afectadas. Se trata de una aberración ambiental la presencia de acúmulos de cubiertas en zonas urbanas porque ponen en riesgo la salud de los habitantes como las enfermedades transmitidas por mosquitos (dengue, Zika y chikungunya y fiebre amarilla urbana).

Estas enfermedades suelen surgir en forma explosiva, tal cual se está observando en la epidemia actual. Las declaraciones de emergencia del Estado son para destinar recursos para ese mismo fin. El poder Legislativo debería participar en considerar el tema del tratamiento final de las cubiertas de vehículos como uno de los factores de desorden ambiental que competen al estado y que ponen en riesgo la salud de los habitantes. Los distintos poderes ejecutivos (nacional, provincial, municipal) deberían considerar el efecto contaminante de las cubiertas en ambientes urbanos como una prioridad para resolver y producir acciones sustentables en el tiempo.

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Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET

Marina Stein
Área de Entomología Instituto de Medicina Regional-UNNE – Resistencia-Chaco

Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores, CCT La Plata-CONICET-UNLP

Raquel M. Gleiser
Ecología de Artrópodos CREAN-IMBIV CONICET-UNC – Córdoba-UBA CONICET