Dengue: debemos prevenirnos de los mensajes equivocados

Reflexiones Ambientales Urbanas (27)

Nota original publicada el 4 de marzo de 2016

En la nota publicada por Infobae donde se refieren al Grupo de Estudio de Mosquitos hace referencia a las líneas de investigación del grupo: http://www.infobae.com/2016/03/04/1794353-en-que-barrios-la-ciudad-circula-elmosquito-del-dengue Si bien los lineamientos de la nota tratan de ser objetivos, debemos señalar errores conceptuales que deberían ser corregidos y tenidos en cuenta por el periodismo en general.

a) El titulo pretende captar la atención del público. Sin embargo, es impreciso cuando se refiere a los barrios donde circula el mosquito: El mosquito no circula, están en las manzanas viviendo tranquilos hasta que decidamos actuar responsablemente. El término “circula” se usa para el virus, por lo cual puede generar confusión entre la enfermedad y el mosquito. La presencia del mosquito implica riesgo, pero no necesariamente tiene que estar infectado.

b) Primera foto donde se muestra a un operario fumigando. El epígrafe dice:” Operativo de fumigación para prevenir la propagación del mosquito Aedes Aegypti”. Este es el típico concepto equivocado que confunde a la sociedad. La prevención correcta es la eliminación de los criaderos. La fumigación debe aplicarse solamente en los casos cuando hay indicios ciertos de existencia de transmisión (casos).

c) Segunda foto donde se muestran mapas. El epígrafe dice:” Distribución de la población de dengue en la ciudad de Buenos Aires”. Dicho mensaje puede producir innecesariamente conmoción en la sociedad. No se trata de la distribución del virus dengue en Buenos Aires sino de la presencia del mosquito, que hace 18 años se encuentra presente y constituye un riesgo, pero no necesariamente transmisión. Por ello es que se viene explicando que el virus llega a partir de una persona infectada (por ejemplo vuelve de vacaciones) e infecta a los mosquitos de la manzana donde vive. Los mapas muestran distribución de presencia, no del virus.

La nota fue repetida en http://www.girabsas.com/nota/19257/ Los periodistas resumieron mal los contenidos de la página web del GEM y entrevistaron a una especialista. Por desconocimiento en el tema, al intentar sintetizar, incurrieron en errores conceptuales graves. Consideramos que el periodismo, en general, debe investigar con rigurosidad profesional este tipo de temas. No puede tomarse a la ligera, porque está en juego la salud de las personas. Alarmar a la población sin sentido no se traduce en respuestas saludables. Esto es un equivalente al audio de WhatsApp que ha circulado por los celulares el pasado 29 de febrero-1 de marzo que solo genera una primera fase de angustia para posteriormente hacer decaer la atención en las medidas preventivas. Los medios deben dar mensaje con propuestas ambientalmente saludable en vez de proponer mensajes apocalípticos.

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Nora Burroni
Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos Grupo de Estudio de Mosquitos
FCEyN- UBA – EGE /IEGEBA-CONICET

Aedes aegypti, algunas preguntas y el derecho al agua

Reflexiones Ambientales Urbanas (26)

Esta historia retrata la experiencia de algunos investigadores que comenzamos a trabajar en una ciudad del norte de Argentina con el objetivo de buscar maneras de prevenir el dengue. Al comenzar nuestra indagación, lo primero que nos preguntamos fue: ¿Dónde se encontrará el mosquito en esta localidad? ¿Dónde se criarán principalmente sus larvas y pupas? Si nos guiamos por la mayoría de las informaciones que recibimos de los medios de comunicación, la respuesta quizás parezca obvia y nos surja casi automáticamente: los cacharros. Sin embargo, eso no fue lo que encontramos.

De acuerdo a nuestros estudios, en esa ciudad la gran mayoría de los mosquitos se criaban en tanques grandes, recipientes de alrededor de 500 litros, donde la gente juntaba agua. La segunda pregunta que nos hicimos entonces fue: ¿por qué ocurre esto? Más allá de explicaciones biológicas que atañen a la respuesta, que indican que esos tanques pueden ser un excelente ambiente para la reproducción del mosquito, consideramos que la razón principal se relacionaba con un problema social, político y estructural: las dificultades para el acceso al agua. En esa localidad el servicio de agua de red estaba colapsado, con frecuentes cortes y muy baja presión en muchos momentos, por lo que las personas adoptaron la costumbre de juntar agua en sus tanques para luego consumirla. Cabe remarcar que este tipo de situaciones son muy frecuentes en zonas urbanizadas del continente y en estudios realizados en otras ciudades, se han encontrado resultados similares.

Creemos entonces que, además de las preguntas anteriores debemos formularnos las siguientes: ¿Qué podemos hacer para transformar esta situación? ¿Qué habría que hacer para que esos recipientes ya no sirvan de criaderos para el mosquito?

En una reflexión anterior se dijo que la mejor medida de prevención existente es eliminar el agua acumulada en los domicilios. Estamos de acuerdo con esta idea pero, ¿Cómo podría hacerse eso en esta situación? En principio, no sería una posibilidad eliminar esos recipientes, dado que la gente los usa para vivir. El asunto en este caso nos parece que va mucho más allá del dengue: el acceso al agua es un derecho, el agua es un bien necesario para la vida de todos/as.

Por lo tanto, la mejor solución en este caso sería buscar la manera de garantizar el cumplimiento de ese derecho. Esta solución no debería ni podría llegar a partir del trabajo de algunos investigadores foráneos (como lo éramos nosotros) a la zona. Si el gobierno del lugar no da respuestas, consideramos que la solución sería que los habitantes del lugar se organizaran y reclamaran. A su vez, desde nuestro punto de vista, una comunidad organizada podría participar de forma mucho más activa y potente en soluciones a problemáticas como esta, por ejemplo pensando y llevando a la práctica otras acciones para la detección y eliminación de criaderos en cada barrio. Pero eso ya podría ser parte de otra reflexión…

La salud, la política (en sus diferentes acepciones), la cultura, la economía, los derechos, las responsabilidades de cada uno/a y de cada grupo social se entrecruzan en forma compleja y se afectan mutuamente. Problemáticas como el dengue muchas veces van mucho más allá de lo que inicialmente uno puede imaginar y pueden encontrar relación con procesos profundos del sistema mundo en el que vivimos.

Fernando Garelli
Grupo de Didáctica de las Ciencias, IFLYSIB / CONICET La Plata

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Aedes aegypti y grandes espacios verdes: ¿¡Fumigar la reserva!?

Reflexiones Ambientales Urbanas (25)

Desde la última epidemia de dengue (2009) en Argentina, hablamos de gran epidemia, no sólo por el número de casos, sino tal vez porque tocó las puertas en la ciudad de Buenos Aires, con 7 casos autóctonos confirmados por el Servicio de Zoonosis del Hospital Francisco J. Muñiz. Desde ese entonces la población ha quedado con una memoria emotiva sobre la presencia latente del virus y la enfermedad (y de la posibilidad ocurrencia de un brote epidémico). Es decir, que ya no era una cosa de libros de historia. Lamentablemente, no ha ocurrido lo mismo con unos de los factores o componentes importantes del problema: el mosquito Aedes aegypti. Tal vez, por la desinformación o el mal uso de la información no quedó en la memoria lo relacionado a los hábitos y a los conocimientos necesarios sobre la biología de esta especie.

Tres años más tarde de ese brote epidémico de dengue, en el partido de Morón, zona oeste del conurbano bonaerense, se inauguró la Reserva Natural Urbana (junio de 2012). Un espacio verde cedido por la Fuerza Aérea de Morón, que actualmente consta de unas 14 hectáreas. El paisaje se encuentra conformado por pastizales, un bosque de especies exóticas y comunidades nativas, una reserva de agua, senderos para transitar y un parque recreativo. Para los que gustan de la naturaleza, nada más lindo que sentarse a tomar unos mates mientras baja el sol.

El año 2012 fue particularmente lluvioso en los meses de invierno, extendiéndose las precipitaciones hacia la primavera. Esta característica climática suele favorecer la presencia de una especie de mosquito característica de la región, que cría en charcos temporales de lluvia y en especial en pastizales, se trata de Aedes albifasciatus o mosquito de inundación. Este mosquito tiene la particularidad de estar adaptado a las bajas temperaturas, inclusive de invierno, y de allí que su distribución se extiende hasta Tierra del Fuego. Por lo tanto, no era necesario que llegara el verano para comenzar a sentir su presencia hacia fines del invierno y principios de la primavera.

La inauguración de la reserva coincidió con una temporada lluviosa y las picaduras muy molestas de Aedes albifasciatus alertó tanto a los visitantes como a los vecinos de los barrios linderos. Esa situación y probablemente la memoria emotiva sobre “mosquito = dengue”, confluyeron en un fuerte reclamo de los vecinos a las autoridades municipales. Pero a diferencia de otras oportunidades, en vez de consentir la petición vecinal de “¡Hay que fumigar la reserva! ¡Prevengamos el dengue!”, las autoridades de la reserva y del municipio actuaron con consciencia ambiental y nos consultaron sobre que se podría hacer frente a esta problemática. La primera medida de nuestra parte fue informar casi con certeza que los mosquitos que estaban molestando a la población no eran de la especie Aedes aegypti. La segunda fue realizar muestreos de larvas y adultos durante la primavera-verano. Los resultados demostraron una importante diversidad de especies con predominio de Aedes albifasciatus, y una ausencia efectiva de Aedes aegypti. Por último, los fines de semana, cuando la reserva recibía mayor concurrencia, se realizaron charlas informativas sobre dengue y sobre la biología y ecología del vector.

Pese a la actual situación de transmisión de dengue, chikungunya y Zika en la región, los vecinos no han vuelto a pedir la fumigación de la reserva. Nos preguntamos si se trata de ¿Un avance en la conciencia ambiental? ¿Más y mejor información? ¿O son resultado de lluvias escasas que afectan negativamente las abundancias de Aedes albifasciatus? ¡Esperemos que sean las dos primeras!

Maximiliano J. Garzón
Grupo de Estudio de Mosquitos
EGE-IEGEBA,FCEyN-UBA CONICET

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Conversación entre Especialistas: ¿Aedes aegypti se encuentra en las zanjas?

Reflexiones Ambientales Urbanas (24)

-Aedes aegypti no se encuentra en las zanjas – afirmó BSE.

-He muestreado muchas zanjas en distintas provincias a lo largo de los últimos años. Nunca encontré Aedes aegypti. Pero sería factible hallarlos, en muy baja probabilidad, porque pueden provenir de desagües de casas, no los cloacales sino de piletas de lavar. Claramente el ambiente zanja es más hostil para esta especie que un recipiente en una casa – sostiene NB.

-En muestreos que realizamos en canaletas y zanjas de Córdoba hace unos años encontramos algunas larvas de Aedes aegypti, pero sospechamos fuertemente (no podemos descartar) que llegaron allí procedentes de recipientes de descarte que abundaban en la zona- replica RG.

-Hay una referencia antigua de un lugar en África donde hacían prevención volcando los toneles (en esos tiempos eran toneles) en las zanjas. Los investigadores encontraron larvas por lo cual las formas inmaduras de Aedes aegypti continuarán su ciclo de vida en las zanjas. Pero esto ocurre solo si se las vuelca a esos ambientes. Es importante recomendar que no se tire el agua de los criaderos en las zanjas. El agua de los criaderos con las larvas conviene tirarlas sobre el pavimento, sobre la tierra seca y al sol. Porque, por otro lado, si hay pupas en el criadero y se tira el agua en un suelo muy húmedo permitirá que las pupas emerjan a adultos- agregó NS.

-Muy difícil, el mosquito no elige esos lugares. En la mayoría de las zanjas suele haber depredadores que casi seguro no están presentes en los recipientes artificiales – opinó GR.

-Por otra parte, hay que aclarar que las zanjas producen mosquitos de otras especies, como Culex pipiens, y en grandes cantidades cuando hay materia orgánica. Una solución ambiental es ponerles pequeños peces larvífagos autóctonos (por ejemplo en Buenos Aires conocidos como madrecitas, en La Plata como panzuditos)- aclaró NS. -La zona donde nosotros trabajamos, nunca hemos detectado estados inmaduros de Aedes aegypti en zanjas, solo pudimos identificar ejemplares del complejo Culex pipiens luego de muestreos semanales realizados durante tres años en la zona del gran La Plata y Berisso. Otra cuestión puede ser el tema de zanjas de escurrimiento o drenaje de campos inundados en donde es frecuente hallar ejemplares de Aedes albifasciastus, el muy conocido mosquito silvestre de inundación, junto a otras especies de mosquitos silvestres (especies de Culex y Psorophora) pero nunca recolectamos ejemplares de Aedes aegypti en esos sitiosAseguró MVM.

BSE: Bertucci, Sabrina Eliana, Estudiante de Lic. en Biología, UNNE. Corrientes.
GR: Gustavo Rossi, Taxónomo, Centro de Estudios de Parásitos y Vectores. CCT CONICET-UNLP La Plata.
NB: Nora Burroni, Ecóloga del Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET, Buenos Aires.
RG: Raquel M. Gleiser, Ecología de Artrópodos CREAN-IMBIV, CONICET-UNC – Córdoba.
NS: Nicolás Schweigmann, Ecólogo del Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET, Buenos Aires.
MVM: María Victoria Micieli, Patóloga especializada en mosquitos del CEPAVE. Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CONICET-UNLP) La Plata.

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¿Puede un mismo virus utilizar mosquitos de especies diferentes? ¿Y en diferentes lugares?

Reflexiones Ambientales Urbanas (23)

La gran mayoría de los virus transmitidos por mosquitos son virus de ARN y eso les brinda una capacidad adaptativa increíble, permitiendo adaptarse a nuevas configuraciones de vectores y hospedadores de acuerdo a sus necesidades. Por ejemplo, en los EEUU el virus Encefalitis Equina del Oeste es transmitido por mosquitos Culex tarsalis, mientras que en Argentina el principal vector es Aedes albifasciatus (mosquito que cría en charcos). Este cambio en el vector genera cambios importantes en la epidemiología y en los patrones de actividad del virus ya que el comportamiento y biología de estos vectores son diferentes. Culex tarsalis es un mosquito que cría en ambientes rurales con canales de irrigación y con preferencia de alimentarse de aves, mientras que Aedes albifasciatus es un mosquito de inundación de charcos temporarios, con tolerancia al frío y a la salinidad del agua, y prefiere alimentarse sobre mamíferos. Estas diferencias biológicas son claves a la hora de definir el patrón de actividad de un arbovirus.

¿Podría el virus Chikungunya, siendo un Alphavirus al igual que el virus Encefalitis Equina del Oeste, ser transmitido por Aedes albifasciatus?

Para responder esto hay que hacer los ensayos… no hay modelo predictivo para esto. Básicamente, como mencionamos anteriormente, los arbovirus (como todos los virus ARN) son muy plásticos a la hora de adaptarse y sobrevivir en un nuevo ambiente con fauna de vectores y hospedadores diferentes. La competencia de un mosquito o de un vertebrado para ser vector y hospedador, respectivamente, está determinada genéticamente y esa carga genética varía entre poblaciones de diferentes sitios, esto es uno de los factores que determinan que no se pueda prever que vector y hospedador puede elegir un arbovirus cuando se introduce en un nuevo sitio geográfico.

Desde que el virus ingresa y sale a través de la saliva del mosquito, hay varias barreras de infección y replicación: una barrera de infección de la mucosa intestinal, barrera de escape desde el epitelio intestinal hacia todo el organismo del mosquito, dispersión por la hemolinfa y por último la barrera de infección y replicación de las glándulas salivales. Todas estas son barreras q determinan si un mosquito puede vectorizar un virus determinado.

Luis Adrián Díaz
Laboratorio de Arbovirus y Arenavirus. Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella”, Facultad Ciencias Médicas – Universidad Nacional de Córdoba. Instituto de Investigaciones Biológica y Tecnológicas CONICET-Universidad Nacional

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