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Los mosquitos en el aprendizaje: trabajo docente y dengue

Reflexiones Ambientales Urbanas (18)

La problemática del dengue que nos ocupa y preocupa, con toda su complejidad, debe ser tomada como un reto para la creatividad, como una oportunidad de generar aportes desde el lugar en que nos toca estar.

Uno de estos lugares claves, sin lugar a dudas, es el de los educadores. El trabajo docente como guía en el proceso del aprendizaje debe estimular el pensamiento reflexivo, investigador de los alumnos. El hecho de que hoy el tema esté instalado en los medios genera una circulación importante de información, opiniones y debates, lo que debe ser aprovechado como un disparador para esa mirada profunda, inquisitiva y mágica que desborda cuando el alumno se interesa por un tema.

Es también un momento oportuno para el trabajo multidisciplinario, transversal, en las aulas. Aquí se pondrá en juego la capacidad de que no solo los alumnos, sino los docentes interactúen.

Una simple consigna como la siguiente: ¿En qué lugares de nuestro país/el mundo se han registrado casos de dengue? ¿Existe algún patrón que explique esta distribución?, puede necesitar del trabajo integrado del área de sociales, historia, geografía, naturales, informática, matemática (estadística) y en los establecimientos que posean un espacio curricular de expresión artística también podrían integrarse.

Los retos deberían ser:

– Trabajar sobre las fuentes de información para filtrar aquella confiable de la que no tiene consistencia científica.

– Generar contenidos que permitan a la comunidad educativa (alumnos, docentes, directivos, familia) abordar profundamente la problemática del dengue.

– Desarrollar espacios y herramientas de trabajo, que sean facilitadores en la difusión del conocimiento.

– Consolidar estrategias de aprendizaje que contribuyan a cambiar hábitos para mejorar nuestro entorno haciéndolo más saludable.

– Adquirir capacidades ligadas a los cuidados de la salud y el ambiente que contribuyan a mejorar nuestra calidad de vida.

Es importante que el alumno pueda experimentar, poner manos a la obra, ver con sus propios ojos lo que ocurre. Así también es necesario que sea consciente que es un actor principal y necesario para el cuidado de su salud, la de su familia y de la sociedad toda.

Para esto debemos ponerlo en contacto con los fenómenos biológicos que están ocurriendo en el patio de su casa. Generando experiencias en el laboratorio para conocer el material biológico con el que se está trabajando y exhibiendo cada instancia del ciclo de vida en una proyección audiovisual. Hay muchos recursos útiles para esto en la red que pueden ser aprovechados.

Cabe destacar que el docente deberá evitar fomentar la cría de Aedes aegypti en una situación de brote de dengue, pero puede valerse de otra especie de mosquito de características similares o trabajar en aspectos como ser la búsqueda de huevos en cacharros provenientes de las casas de los alumnos o el patio de la escuela, así como discutir sobre la mejor estrategia para eliminar tanto los huevos como el cacharro en cuestión. La toma de conciencia debe abordar principalmente el hecho de que cada postura que se asuma (acción o inacción), repercute no solo en la propia casa, sino en toda la sociedad. Nos ponemos a disposición de quien lo necesite (educadores o personas que quieran replicarlo) para asesorarlos a distancia para que puedan llevar esta u otras experiencias educativas que se enviarán en los próximos días.

Leonardo Horacio Walantus
Proyecto “Vigilancia Epidemiológica. Seguimiento de Criaderos de Mosquitos de Interés Sanitario Centro de Investigaciones Entomológicas Parque Tecnológico Misiones.
Corina Berón
Inst. de Inv. en Biodiversidad y Biotecnología, INBIOTEC – CONICET – Mar del Plata.
Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores, CCT La Plata-CONICET-UNLP.
Elena Beatriz Oscherov
Vicepresidenta de la Asociación Parasitológica Argentina, (Ex Profesora Titular de Biología de los Artrópodos y Biología de los Parásitos), FaCENA, UNNE Corrientes.

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Los mosquitos en el aprendizaje: recolección y análisis de larvas y pupas de mosquitos

Reflexiones Ambientales Urbanas (17)

La educación ambiental permite promover el diálogo y reflexionar sobre el entorno donde vivimos y además fomentar cuáles podrían ser los cambios más saludables. Los domicilios donde vivimos comparten el ambiente con los vecinos en unidades llamadas manzanas. En este caso queremos compartir una experiencia que consideramos enriquecedora para llevar a cabo con los estudiantes en el aula y en el laboratorio. En una primera clase les mostramos en vivo y/o en imágenes fílmicas como es el aspecto general y como suelen moverse las larvas de los mosquitos. Luego los invitamos a que realicen una actividad práctica en sus propias viviendas, en la de familiares y/o en la de conocidos. De esta forma evitamos problemas de seguridad. En cada vivienda los alumnos recolectan información sobre los recipientes presentes. Cuantos recipientes hay, de qué tipo (balde, frascos, botella, etc.) si están con la boca hacia arriba y expuestos al llenado por lluvia o en forma artificial por riego. Además se registran los que tienen agua y se toman muestras de las que contienen larvas (o sea criaderos). Las larvas se colectan volcando el contenido de los criaderos (previamente filtrada) a una bandeja plástica ancha (como los envases de helados que se venden en los supermercados). El filtrado del criadero se logra mediante un colador plástico grande de cocina de malla fina y luego volcándolo a la bandeja (la caída del material se facilita golpeando el aro o el mango del colador sobre el borde de la bandeja). En caso que el criadero sea de gran tamaño se pueden capturar las larvas pasando el colador como si fuera una red para capturar peces por la parte más superficial del recipiente. Si las larvas se van al fondo (típico de Aedes aegypti) hay que tener paciencia. Las larvas y pupas están obligadas a salir a la superficie porque toman el aire de la atmósfera mediante los sifones (en las larvas) o por trompetas respiratorias (en las pupas). El concentrado de larvas se vuelca con cuidado a un frasco con tapa, para luego llevarlo al laboratorio de la escuela.

También se pueden usar pipetas plásticas, conocidas como pipetas Pasteur para recolectar las larvas individualmente. Se adquieren en farmacias por un precio económico. Las larvas del frasco se pueden mantener vivas (como para seguir el ciclo) o se pueden fijar con alcohol de farmacia en una relación de cuatro partes de alcohol y una de muestra. El conjunto de muestras e información que los alumnos llevan a la clase o laboratorio pueden servir para: a) determinar qué proporción de muestras eran de larvas con sifón corto (posible Aedes aegypti) y/o con sifón largo (posible Culex sp.); b) qué proporción de viviendas tenía criaderos de mosquitos; c) que proporción de los recipientes con agua eran criaderos; d) Que proporción de recipientes con agua eran criaderos que contenían larvas de sifón corto. Existen dos videos recomendables que sirven para diferenciar Aedes aegypti del género Culex (en youtube buscar como: ciclo de vida Aedes aegypti y Ciclo de vida del mosquito (#766)). Hasta aquí los profesores de matemáticas estarán felices de que los alumnos puedan internalizar el concepto abstracto de una proporción. La profesora de geografía podrá explicar cómo se construye un mapa de riesgo si se ubican casas con criaderos en un mapa del barrio. Los alumnos y los padres (si son invitados) podrán reflexionar sobre el ambiente que viven y sobre qué medidas ambientales podrán aplicar para que sus hogares formen parte de un ambiente más saludable. Las propias redes sociales harán el resto. Promover el diálogo es promover el encuentro con el otro. Es desear escuchar, entender, comprender, preguntar, repreguntar, opinar; generar procesos de crecimiento y enriquecimiento a partir de los saberes compartidos. Nos ponemos a disposición de quien lo necesite (educadores o personas que quieran replicarlo) para asesorarlos a distancia para que puedan llevar esta u otras experiencias educativas que se enviarán en los próximos días.

Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET CONICET.
Adrián Diaz
Laboratorio Arbovirus. Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella”. Universidad Nacional de Córdoba.
Leonardo Horacio Walantus
Proyecto “Vigilancia Epidemiológica. Seguimiento de Criaderos de Mosquitos de Interés Sanitario. Centro de Investigaciones Entomológicas Parque Tecnológico Misiones
Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores
CCT La Plata-CONICET-UNLP

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Los mosquitos en el aprendizaje: observación del ciclo de vida

Reflexiones Ambientales Urbanas (16)

El proceso de aprendizaje tiene más valor si se pueden provocar buenas preguntas que brindar buenas respuestas. Cuando hablamos de prácticas educativas relacionadas al entorno donde vivimos subyacen los conceptos de “ambiente”, “sustentabilidad” y “entorno saludable”. Es necesario definir conceptualmente sus fundamentos. En el caso de los mosquitos urbanos se trata de unidades ambientales conformadas por las manzanas que se encuentran contaminadas por criaderos de mosquitos y que pueden afectar la salud de los seres humanos y sus mascotas. Los mosquitos domiciliarios son insectos que habitan en las manzanas y en términos evolutivos fueron seleccionados por un proceso denominado “domiciliación” donde aprovechan los recursos –recipientes con agua para los sitios de cría, néctar vegetal como alimento, y fuentes de sangre como fuente de proteínas- y las condiciones más favorables (temperatura, humedad, etc.) que brindan las viviendas y sus peri-domicilios. Las hembras son el único estadio que constituye peligro para el ser humano, debido a la saliva inyectada al torrente sanguíneo durante las picaduras y la posibilidad de transmitir un patógeno. Los otros componentes del ciclo de vida de los mosquitos no constituyen riesgo vectorial para el ser humano y por eso es importante conocer y bloquear el ciclo de vida de estos insectos cuando se encuentran en esa etapa (no permitir que lleguen a adultos).

Dependiendo de la especie de mosquito domiciliario que se trate, los huevos suelen ser puestos agrupados sobre el agua o sobre las paredes de los recipientes y las eclosiones pueden ser inducidas, y observadas por ayuda de una lupa. El seguimiento de larvas vivas en un simple frasco de vidrio con agua, sirve para ilustrar las estructuras anatómicas permitiendo explicar perfectamente cómo es su sistema respiratorio mediante tráqueas (sistema muy distinto al de los vertebrados) y el tipo de alimentación detritívoro gracias al movimiento de agua generado por parte de sus piezas bucales. El cambio de exoesqueleto en cada paso de su ciclo se puede ver a simple vista y filmar hasta con un celular. La diferencia con las pupas, que ya no se alimentan y su metamorfosis a adultos permiten experimentar y sirven para fijar en el conocimiento lo que es un fenómeno único de la naturaleza: “un ser vivo acuático se transforma en adulto volador”. Toda esta experiencia se puede realizar y seguir en un simple frasco de vidrio cerrado o una botella plástica transparente manteniendo dos terceras partes de aire en su interior.

Después de pocos días, el final de la experiencia permite observar las características que diferencian a los machos (de antenas muy plumosas) que no pican y las hembras. Y así, con esta simple experiencia se puede demostrar categóricamente que esos insectos alados provinieron de formas larvarias acuáticas.

Sea niño, joven o adulto, todo ser humano puede hacerlo y es recomendable que lo experimente. En la actualidad debemos reconocer que la mayoría de los adultos no ha visto y desconoce cómo son las larvas y/o el ciclo de vida de un mosquito. Es una experiencia económica, sencilla y que por sí sola nos ahorraría muchísimo tiempo de explicaciones relacionadas con las medidas preventivas más adecuadas. Nos ponemos a disposición de quien lo necesite (educadores o personas que quieran replicarlo) para asesorarlos a distancia para que puedan llevar esta y otras experiencias educativas que se enviarán en los próximos días. Existen dos videos recomendables que sirven para diferenciar al género Culex y Aedes aegypti (en youtube buscar como: Ciclo de vida del mosquito (#766) y Ciclo de vida Aedes Aegypti).

Nicolás Schweigmann
Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET
Leonardo Horacio Walantus
Proyecto “Vigilancia Epidemiológica. Seguimiento de Criaderos de Mosquitos de Interés Sanitario Centro de Investigaciones Entomológicas Parque Tecnológico Misiones
Gustavo C. Rossi
Centro de Estudios de Parásitos y Vectores CCT La Plata-CONICET-UNLP CONICET.
Adrián Díaz
Laboratorio Arbovirus. Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella”. Universidad Nacional de Córdoba

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Aedes aegypti y el día del médico

Reflexiones Ambientales Urbanas (15)

El 3 de diciembre se celebra en toda América el día del médico según la propuesta de la Organización Panamericana de la Salud reunida en Dallas, 1953. Contrario a nuestras costumbres, el día celebra no el “paso a la inmortalidad” sino el nacimiento del médico cubano Carlos Finlay. Pero, ¿quién fue Carlos Finlay? ¿Por qué este homenaje?

Carlos Finlay es reconocido por haber descubierto que el mosquito Aedes aegypti era el transmisor de la temible fiebre amarilla. El homenaje es justo pero las cosas no son tan sencillas.

Demos en tres pinceladas una brevísima historia del descubrimiento de Finlay.

La fiebre amarilla asolaba el continente Americano, desde Boston en el norte hasta Buenos Aires en el sur, de Lima a Rio de Janeiro se hacía sentir esta enfermedad muchas veces mortal. En 1853 la enfermedad llegó a Cumaná, Venezuela, una ciudad al borde de la selva y el Caribe. Fue puesto a cargo de la emergencia sanitaria el Dr. Louis Beauperthuy, médico y naturalista formado ven Francia. Según las teorías de la época, la fiebre amarilla era debida a los miasmas que emanaban de los humedales que al entrar en contacto con las personas las enfermaban. Pero Beauperthuy vio que la teoría era incapaz de explicar sus observaciones. Beauperthuy observó que los pueblos originarios de la región hacían humo delante de las viviendas en pequeños braseros, medida efectiva para evitar las picaduras de insectos como los mosquitos. Mediante esta y otras observaciones sobre mosquitos utilizando un microscopio, llegó a la conclusión de que son los mosquitos y no los miasmas quienes transmiten la enfermedad y recomendó el uso de tules para protegerse. Llegó incluso a identificar a un mosquito “domestico” con rayas blancas en las patas como uno de los vectores de la enfermedad. Si bien Beauperthuy comunicó su descubrimiento a la sociedad científica de su tiempo, el mismo fue descartado como extravagante, se oponía al consenso científico.

Sin saber de los descubrimientos de su colega, el médico cubano Carlos Finlay realizó estudios y experimentos sobre la transmisión de la fiebre amarilla con el mosquito que hoy llamamos Aedes aegypti y en su tiempo era conocido como Culex fasciatus. Finlay establece en investigaciones realizadas entre 1881 y 1886 que la fiebre amarilla era llevada de persona a persona por el mosquito. Su informe de 1886 en el American Journal of Medical Sciences corrió la misma suerte que el informe de su predecesor caribeño.

La fiebre amarilla y la malaria fueron responsables del fracaso del proyecto de canal en Panamá llevado adelante por los franceses. El proyecto fue retomado por Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) y suspendido por igual causa. Como consecuencia de la guerra hispano-estadounidense de 1898, Cuba fue ocupada por tropas de EEUU. Tropas que empezaron a sufrir los embates de la fiebre amarilla. A cargo del problema estuvo el mayor Walter Reed, médico, quien contaba con la asistencia de destacados médicos cubanos como el Dr. Agramonte. En una serie de experimentos, el grupo comandado por Reed pudo descartar la teoría de los miasmas, la teoría de los fomites y confirmar la teoría de Finlay.

Finalmente el papel fundamental de mosquito como transmisor de la fiebre amarilla era reconocido. El saneamiento ambiental de los campamentos, evitando el desarrollo de las poblaciones de mosquitos permitió en los años siguientes continuar la obra del canal en Panamá y concluirlo en 1914.

Dejamos las muchas moralejas de la historia a los lectores, señalando solamente, que la cultura y el conocimiento de los seres humanos son elementos esenciales en la conformación del ambiente urbano.

Hernán G Solari
Dpto. de Física, FCEN-UBA Jefe de Servicio IFIBA-CONICET

Tomás Orduna
Medicina Tropical/Medicina del Viajero. Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz

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Conversación entre Especialistas: ¿que podría suceder si tiro el contenido de un criadero por la pileta de la cocina?

Reflexiones Ambientales Urbanas (14)

-Si el contenido de un criadero es tirado por la pileta de la cocina las larvas probablemente no sobrevivan, ya que, el lugar propicio para su crecimiento son aguas tranquilas. Opina BSE.

– Si se lava con agua caliente (más detergente) probablemente algunas de las larvas mueran. Agrega GR.

– Si la salida va a la cloaca y el sistema es cerrado la probabilidad de sobrevida de las que quedaron disminuye, finalmente en la planta de tratamiento quedarían muy pocas. Ahora si la pileta de la cocina va a un pozo ciego, lo más probable es que no quede ninguna que llegue hasta adulto, y si por el contrario, esa pileta desagua en un lugar abierto dependerá del tiempo de evaporación del agua, si es a una zanja dependerá de la presencia de depredadores. Opina GR.

-He muestreado muchas zanjas en distintas provincias a lo largo de los últimos años. Nunca encontré Aedes aegypti. Pero sería factible hallarlos, en muy baja probabilidad, porque pueden provenir de desagües de casas, no los cloacales sino de piletas de lavar. Y claramente el ambiente zanja es más hostil que un recipiente en una casa. Sostiene NB

– Si el agua va por la cloaca al río, las larvas de Aedes aegypti no podrán sobrevivir porque serían alimento para los pequeños peces que se encuentran presentes cerca de las salidas de las cloacas. Opina NS

– Si se tira el agua por la pileta, antes de llegar a otro destino esas larvas pasan a una rejilla que está debajo de la pileta, que tiene un sistema de sifón. Puede ocurrir entonces que las larvas queden en la rejilla y lo que habremos realizado es pasar las larvas desde el recipiente, a la pileta y luego a la rejilla y ahí seguirán con su vida en la propia casa.  Agrega NS.

– Lo más lógico es eliminar el criadero de otra forma, agua hirviendo es el más económico. Opina GR.

-O tirarlas a la tierra o al suelo al sol, si el suelo drena o está muy caliente no pueden sobrevivir. Concreta EBO

BSE: Bertucci, Sabrina Eliana. Estudiante de Lic. en Biología, UNNE. Corrientes.
EBO: Elena Beatriz Oscherov. Vicepresidenta de la Asociación Argentina de Parasitología.
GR: Gustavo Rossi, Taxónomo, Centro de Estudios de Parásitos y Vectores. CCT CONICETUNLP, La Plata.
NB: Nora Burroni. Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA CONICET,
Buenos Aires.
NS: Nicolás Schweigmann Grupo de Estudio de Mosquitos EGE – IEGEBA, FCEyN-UBA
CONICET, Buenos Aires.

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